martes, 11 de septiembre de 2012

No Me Olvides #Capitulo3

Como si de un rayo se tratase imágenes volaron por mi cabeza, recreando un momento que quedó marcado en mi mente... para siempre.

Flashback

-¿Sabes cuál es mi parte preferida del día?

Me quedé unos segundos callada creo que llegaron a ser dos o tres minutos, hasta que me dí cuenta de que mi osito no podía responderme.

-Mi parte favorita es cuando llego del colegio y vengo corriendo hacia a ti a contarte todo lo que me ha pasado en clase, y después de contarte todo, jugamos a lo primero que se me pasa por la cabeza, es divertido, porque sea lo que sea estás dispuesto...

Volvieron a pasar otros minutos, mis ojos se abrieron...brillaban, se me acababa de ocurrir una cosa, y sería algo que definiría nuestra amistad.

-Te propongo un trato... más bien es una promesa... una promesa que debemos cumplir los dos para el resto de la eternidad...¿aceptas?

Di unos segundos de tiempo como dando lugar a que piense...

-El silencio otorga pequeño amigo, voy a tomar tu silencio como un Sí... así que ahí va mi propuesta para promesa. -Vacilé unos segundos, me acaricié la barbilla simulando que estaba pensando y seguí hablando. -Tenemos que prometer que siempre yo seré tu mejor amiga y tú seras siempre mi mejor amigo, ninguno podemos olvidarnos del otro, porque si eso pasara significaría que el que lo hiciera no valora nuestra amistad...pero estoy segura de que eso jamás pasará porque yo te quiero muchísimo y sé que tú a mi también.

Sentencié mi promesa con un apretón de manos y un gran, gran abrazo.

Unidos para siempre...por nuestra amistad, sellada ahora con una promesa que jamás quedaría en el olvido...o bueno...puede que por una parte, sí.

Fin Del Flashback

Ese momento pasaba fugazmente una y otra vez por mi mente, dando vueltas, a un lado y hacia otro, no paraba...y siempre me demostraba lo mismo...había olvidado al mejor amigo que pude tener jamás.

Fue entonces cuando una luz brillante y cegadora apareció, enfocaba a algo... o más bien... a alguien.

Mi "pequeñito" osito rosa con él cual llevaba desde los tres años se encontraba en la otra parte de mi habitación.

No lo pensé dos veces y empecé a correr y a correr hacía a él, abrió sus brazos y me atrapó en ellos, nos fundimos en un gran abrazo... que necesitaba tanto desde hace ya mucho tiempo.

Empecé a llorar, mucho, demasiado...todo me era increíble... me parecía irreal como sacado de un cuento...pero bien sabía dentro de mí que aquello no era un sueño, que posiblemente si pasara de verdad...pero no voy a preocuparme de eso, quiero disfrutar de ello, porque posiblemente nunca más vuelva a escuchar su voz o a sentir tanto su abrazo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario