¿Te acuerdas de ese amigo que primero abandonaste y jamás te recriminó nada?
Te hablo de ese pequeño amigo que seguro casi todos teníamos, por no decir todos.
Te voy a hacer una breve descripción de él. Podía ser grande o pequeño, blandito, relleno de goma-espuma, normalmente es un oso pero puede ser cualquier animal... ¿Qué? ¿Sabes ya de quién te hablo?
Él estuvo a tu lado en las buenas y en las malas, cuando llorabas, cuando reías, cuando sonreías, cuando hacías travesuras, cuando te imaginabas una vida distinta y jugabas a ser mayor. Él estuvo en cada momento de tu vida, en cada decisión, en cada juego, siempre estaba ahí, jamás te daba de lado o te abandonaba y ni aún hoy en día lo ha echo, sigue ahí, junto a ti, aunque tú ya no estés para él, él si va estar siempre para ti... como por ejemplo en esos momentos en los que necesitas hablar con alguien, cuando crees estar sola, cuando necesitas desahogarte y llorar hasta quedarte dormida, va a estar en los momentos en los que necesites que alguien te saque una sonrisa, de la manera que sea, él te la sacará y dibujará un gran día encima de tus problemas, te camuflará cada lágrima por una sonrisa, te abrazará cuando más lo necesites y cuando no, él te va a escuchar y estar a tu lado siempre, pase lo que pase.
Pero tú has madurado, ya no es lo mismo que cuando era pequeña, las cosas son diferentes, te crees haberte olvidado de él, y en cierto caso es así pero aún lo tienes en tú corazón y tú mente. Y muchas veces, sin darte cuenta piensas en él y le añoras y recuerdas todos esos buenos momentos en los que os divertíais o llorabais, porque sí, tu imaginabas que él sentía lo mismo que tú y lloraba junto a ti para no dejarte sol@, y tú se lo agradecía siempre, porque con un buen abrazo él era feliz... y aún eso es lo que le hace feliz, un abrazo tuyo.
Esto no va más allá de una historia irreal, sacada de una mente que una vez soñó con ello, pero... ¿quién jura que lo que sucedió fue un sueño?
No hay comentarios:
Publicar un comentario