sábado, 20 de enero de 2018

Necesidad de huir

Cariño, siempre he querido huir, créeme, lo he querido desde hace tanto tiempo que ya no soy ni capaz de ver el momento en el que realmente de el paso, ese momento en el que realmente no tenga absolutamente nada que me ate a este lugar, que las cadenas que me tienen amarrada realmente desaparezcan.

Esta ciudad me comprime el pecho, me aprieta, mucho y consigue que me asfixie, siempre he sido de contener el dolor, pero esta vez, esta vez me está superando y cada vez soy menos capaz de mantenerlo callado. 

Necesito coger mis cosas, o ni eso, a veces no hay que ir cargando con cajas medio abiertas, pueden destrozar muchos progresos, necesito cruzar la línea, aunque sea lentamente y una vez cruzada, acelerar, reír, darme cuenta de que por fin estoy consiguiendo mi tan anhelada escapatoria y no mirar atrás, sobre todo esto. Siempre lo he dicho y siempre lo diré, nuestra fuerza de voluntad se mide por las veces que giramos la cabeza para ver que dejamos atrás, y normalmente cuando lo hacemos acabamos volviendo, y sé que si me detengo y veo a todo lo que renuncio, jamás lo haré y por una vez en mi vida necesito mirar por mi. 

He llegado a tal límite en el que ya no solo es querer huir, es necesitarlo, que me he dado cuenta que las cadenas que me tienen aprisionada me están haciendo moretones y que cada vez duelen más, que no da tiempo a que se curen cuando ya están apareciendo otros, que necesito sanarme, sanarme de verdad y volver a empezar de cero, sola, y sé que suena desolador, pero creedme, ahora mismo no veo nada más liberador, he permanecido demasiado tiempo encarcelada, necesito salir de esta jaula que yo sola he construido.

Y sé que he tenido ocasiones de huir, bien sé que las he tenido, la última fue hace cuatro meses, iba a dar el paso, estaba decidida a dejarlo todo atrás, pero apareciste, apareciste de la nada y fuiste demasiado, quería seguir largándome de aquí, eso lo tenía claro, no era feliz, aunque estuvieses conmigo, no lo era, alguien que quiere huir de un lugar jamás es feliz, por mucho que lo aparente, por mucho que lo diga, no lo es. Quería seguir con mi plan de ir a cumplir mi sueño a otro sitio, pero sabía que eso implicaba que tú no estarías en mi vida, sabía que todo el mundo que dejase aquí permanecería, aunque estuviésemos separados por 190 km, sabía que no me dejarían, pero tú, bueno, tú eras caso aparte, y me aterraba que para una vez que había llegado algo bueno a mi vida se fuese por culpa de unos kilometros, así que volví a no elegirme, y cuando me saltó el mensaje de acceso en mi ciudad, lo acepté, tengo que admitir que estuve varios minutos en ese estado que tanto se describe en los libros, con el corazón en la boca y a mil por hora, con el tiempo pasando a cámara lenta y como si me pudiese ver desde fuera. Me vi parada, con dos opciones y una elección entre las manos, vi mi futuro en una ciudad que me lo podía dar todo, en la que empezar de cero y reconstruirme, pero luego tuve el gran error de mirar a lo que dejé atrás, y volví a ello, lo hice, elegí las cadenas por voluntad propia. 

Que sorpresa me llevé cuando me di cuenta que mientras yo estaba aterrada porque no permanecieses tú estabas deseando perderme, y lo hiciste, tuve el gran error, para ti claro está, de ser aceptada en otro lugar e irme, tuve el error de elegirme por un momento. Pero hoy sé que el error no fue irme, no pagué un alto precio por huir, hoy sé que el error fue ponerme yo sola las cadenas, esas que estaban empezando a oxidarse, las cogí y las acaricié y de la misma manera en las que me las quité, me las puse, volviendo a abrir heridas, volviendo a encerrarme en la jaula, volviendo a sentirme asfixiada, volviendo a necesitar huir. 

Un día lo conseguiré, me elegiré de una vez por todas y me arrancaré las ataduras, aunque eso implique más heridas, acabarán sanando, como yo. Algún día seré capaz de no mirar atrás y acelerar más si hace falta, algún día daré el sprint hacia delante, pero por ahora me quedará seguir manteniendo este dolor, aquí, bien calladito y guardado bajo llave y esperando que no le dé por gritar y que yo ya no sea capaz de retenerlo más, porque entonces no seré la única herida. 

2 comentarios:

  1. Me representa tanto este texto... has plasmado en el lo que llevo siendo durante años... ❤🌹

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    1. me alegro que te haya gustado y espero que ambas podamos conseguir dejar de sentirnos de esta manera, de una manera u otra... ❤

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