viernes, 14 de diciembre de 2012

Believe #Capitulo1

Believe


Capitulo 1:

Amy sale al pequeño jardín situado en frente de su casa, cerrando con un pequeño "click" la puerta tras ella.

Es veinticuatro de Diciembre y como es de esperar hace mucho frío en el exterior. 

Vestida únicamente con su vestidito rosa pastel, sus medias del mismo color, su pequeña chaquetita de color blanco y sus zapatitos del mismo color, se sienta en la hierba fresca, en frente de las hermosas flores que su madre cultivó hace ya tiempo.

Alza la cabeza y observa el cielo teñido de blanco y gris a causa de las nubes.

Una pequeña brisa la roza, haciéndole estremecer y que un leve cosquilleo empiece en sus pies y acabe en su pequeña y ahora colorada nariz.  Al terminar ese cosquilleo aparece un efecto en ella, una sonrisa, que se va ensanchando cada vez más a medida que estira los brazos hacía atrás para apoyarse y cierra esos hipnóticos ojos color cristal.

Había escuchado tantas veces a sus padres diciéndole que despertara de su mundo de fantasía, que ya estaba cansada de oírlos. Amy sólo quería poder estar tranquila en un lugar sin las constantes palabras de su madre y de su padre. Y parecía que esos lugares eran su cuarto y el jardín, ya que rara vez entraban a ellos.

Como si todo estuviera en su contra, esa paz y ese silencio que había conseguido se dispersaron por la voz airada de su padre.

-Amy, ¿cuántas veces te he dicho que no salgas al jardín? Puedes enfermarte. -Gruñó.

-Muchas veces papá.

Entonces gira la cabeza y observa a su padre con sus cristalinos ojos.

-No te quiero ver más fuera, ¿entendido? Tienes cinco minutos. Si no has entrado cuando venga te castigaré sin salir de tu habitación.

Y en verdad eso a ella no le daba miedo, deseaba eso precisamente, estar en su mundo y no salir de él.

Unos segundos después contesta:

-Sí papá, ya entro. -Le dijo con una sonrisa un poco fingida.

Su padre desaparece por la puerta de cristal, volviendo dentro, dejando una vez más a Amy sola, pero no pro mucho tiempo.

Pasan unos dos o tres minutos y Amy se levanta y se dirige a la puerta, no sin antes, claro está, volver a mirar al cielo, del que van descendiendo lentamente unos finos copos de nieve.

Vuelve a sonreír y extiende una mano. Uno de esos copos cae en ella y al instante ya está derritiéndose. Mira su mano y con un dedo de la otra toca el agua que había dejado el copo. Nota el frío en su dedo y lo aparta rápidamente. Se seca en el vestido y vuelve al interior antes de ser castigada, aunque es lo que más deseaba.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario